24 de enero de 2014

Aire y Ángeles (John Donne)


Dos o tres veces te habré amado

antes de conocer tu rostro o tu nombre;

en una voz, en una llama informe,

a menudo los ángeles nos afectan, y aún así los adoramos;

como cuando me acerqué a tí

vi una espléndida y gloriosa nada.

Puesto que mi alma, cuyo hijo es el amor,

requiere de miembros de carne y hueso

o nada podría si ellos,

más sutil que el padre el amor no ha de ser,

sino también ha de encarnar un cuerpo;

por consiguiente, invoco quién y lo que eras,

y al amor conmino, en este mismo instante,

a que se aloje en tu cuerpo,

y en tus labios, ojos y cejas se instale.

En tal caso, como un ángel, con rostro y alas

de aire, no tan puro éste, pero que lleva puramente,

de este modo pueda tu amor ser mi angélica esfera.

Justamente igual diferencia,

como aquella que reina

entre la pureza de los ángeles y del aire,

como la que siempre existirá entre el amor


del hombre y de la mujer.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Una incompleta e inusual crónica

Hoy es jueves 15 de enero del 2015, culmino otro año y el que viene como nuevo ya comienza a oler a viejo... El tiempo sigue fluyendo y no...