7 de marzo de 2012

El Cronovisor

Hace unas décadas atrás se habló mucho acerca de una cámara fotográfica y de vídeo que retrataba el pasado, inventada por un sacerdote del Vaticano, y lo que más controversia causo fueron dos fotografías publicadas del Maestro Jesús de Nazareth que fueron precisamente captadas con esta cámara llamada cronovisor, pero bien primeramente dejare la información de este fascinante tema.

El 3 de mayo de 1972 aparecía en algunos periódicos españoles una sorprendente noticia aparecida el día anterior en el semanario italiano Domenica del Corriere. La noticia decía que un grupo de 12 científicos, cuyas identidades siempre se han mantenido en secreto, encabezados por el padre Pellegrino Alfredo Maria Ernetti, un monje benedictino, habían inventado una máquina capaz de ver el Pasado.


El Cronovisor o la máquina visionadora del Pasado fué un proyecto científico desarrollado por un grupo de sacerdotes como Luigi Borello (físico-matemático), Agostino Gemelli, Alfredo Ernetti (sacerdote y físico), y otros, que fué financiado por el Vaticano en la década de 1950 y que consistía en la construcción de un aparato que podía ver y oir imágenes y sucesos del Pasado, incluyendo escenas de Jesús de Nazareth. Ernetti había logrado reunir hasta a 12 científicos para trabajar en el proyecto de la visión en el tiempo.

Alfredo Ernetti y Luigi Borelo

Agostino Gemelli con el Papa Pío XII

El padre Ernetti, además de exorcista, era un sabio que dominaba múltiples disciplinas, como la música prepolifónica (anterior al año 1.000 d.C.) y la física. Ernetti era un científico experto en Oscilografía electrónica, y era un estudioso de las capacidades sobrenaturales que produce la modulación y la vibración de los sonidos. Al parecer, el inicio de la investigación del cronovisor partió después de una experiencia de captación de psicofonías que fueron analizadas por Agostino Gemelli y Alfredo Ernetti.

Según el testimonio del propio padre Ernetti, el cronovisor vaticano captó episodios históricos como discursos de Mussolini, Napoleón en la batalla de Waterloo, escenas de las tablas de la Ley con la inscripción original que recogió Moisés, la destrucción de Sodoma y Gomorra, y escenas de la vida de Jesús de Nazareth, como por ejemplo sus últimas palabras antes de morir.

El fundamento teórico del Cronovisor se basa en el principio físico de que la energía no se crea ni se destruye sino que se transforma. Según Ernetti, las ondas visuales y sonoras son energía, y por lo tanto, están sometidas a las mismas leyes físicas que la materia. Las ondas sonoras y visuales, una vez emitidas, no desaparecen sino que se diluyen o decodifican, y el aparato cronovisor precisamente lo que hace es que vuelve a recomponer o codificar de nuevo las mismas imágenes y sonidos a su estado original, mostrándolos sobre una pantalla. Es decir, que según esta teoría cronovisora del padre Ernetti, el Cronovisor sólo podría recomponer escenas y sonidos que ya hubieran sido emitidos previamente en el Pasado, pero el artefacto no podría ser capaz de recomponer las ondas visuales y sonoras del futuro puesto que todavía no se han producido nunca. El cronovisor no puede reproducir señales que aún no han ocurrido nunca.


Al final, cuando la noticia de la existencia del cronovisor salió al público en muchos medios de comunicación, el Papa y la cúpula gobernante del Vaticano dieron órdenes de confiscar el invento de Ernetti y de guardar silencio absoluto sobre el asunto de la máquina visora del tiempo, prohibiendo al padre Ernetti y a su equipo científico volver a hacer ningún tipo de declaración ni comentario más sobre este asunto ni a la prensa ni a nadie. El Cronovisor fué clasificado como materia "secretum omega", que es el máximo secreto para el Vaticano.

El sacerdote católico francés Francois Brune, experto en técnicas de transcomunicación, conoció al padre Ernetti en 1964, 8 años antes de que se destapara la noticia del cronovisor en la prensa, y fué siempre un gran amigo personal de Ernetti.


Se dice que Brune recogió el "testamento" de documentos de Ernetti. Brune, evidentemente, tiene mucha información, pero sobre todos los sacerdotes católicos pesa una orden expresa del Papa de no hablar del cronovisor. Según Francois Brune, Ernetti no confiaba mucho en el Vaticano y depositó copias de los planos del cronovisor ante dos notarios, uno de Suiza y otro de Japón.

En el monasterio benedictino de la pequeña isla de San Giorgo Maggiore, en Venecia, es en donde creen algunos investigadores que permanece guardada la máquina de la cronovisión vaticana, desde que el Papa Pío XII ordenó su secreto; ya que aquí Alfredo Ernetti pasó una gran parte de su vida. En el caso de no estar aquí, estaría en el Archivo Secreto Vaticano.


Si algo seguro demostró la historia del Cronovisor fué que al Vaticano no le interesa que se haga pública una máquina capaz de mostrar a la gente la verdad de lo ocurrido durante toda la historia pasada de la humanidad. Porque entonces se conocerían todas las miserias, mentiras, estafas y crímenes perpetrados por todos los poderosos de la Historia, incluido el Vaticano.

 Una de las fotografías facilitadas, por el Cronovisor vaticano, en la que aparecen, Jesús y algunos de sus discípulos.

Imagen del rostro de Jesús antes de morir en la cruz, una de las más polémicas.

Estas pruebas fotográficas han llevado a los investigadores a pensar en dos posibilidades: o bien el asunto del cronovisor era un fraude, o bien el Vaticano no estaba interesado en difundir las fotografías auténticas. Pero en el caso de que todo fuera una mentira, ¿Qué ganaban todos ellos con fabricar un fraude así?

Un grupo de 12 científicos internacionales colaboraron en el proyecto científico del cronovisor. Dos de estos científicos que trabajaron en el proyecto del padre Ernetti fueron Wernher Von Braun y Enrico Fermi. No se mencionó el nombre de Albert Einstein, pero este científico participó en toda clase de proyectos científicos durante la Guerra Fría, incluida su relación con Majestic 12 y el tema ovni, y su perfil encaja perfecta mente para el proyecto vaticano del cronovisor.

 
El Cronovisor consistía básicamente en 3 partes: una serie de antenas, por cierto, de una aleación desconocida; un aparato para mover y dirigir estas antenas; y un sofisticado sistema de grabación.

 Supuestos planos del Cronovisor.

Bien, esta es en si la historia que se encuentra detrás del Cronovisor, en muchos lados catalogada como fraude y ficción, pero si bien damos un momento a la reflexión, yo solo puedo decir que es mucho lo que se le oculta a la sociedad en general, desgraciadamente el mundo en el que vivimos sigue siendo movido por unos cuantos con poder y al igual que muchisimas cosas, grandes sucesos y avances científicos que son de gran trascendencia terminan siendo ocultos por diversas razones.

2 comentarios:

  1. Muy interesante la nota, desconocía sobre éste proyecto. Gracias por compartirlo

    ResponderBorrar

Una incompleta e inusual crónica

Hoy es jueves 15 de enero del 2015, culmino otro año y el que viene como nuevo ya comienza a oler a viejo... El tiempo sigue fluyendo y no...